Los investigadores del caso del niño de 2 años que fue hallado mutilado y sin órganos trabajan en una reconstrucción fotográfica del rostro de la víctima para intentar determinar si se trata de un nene que desapareció junto a su madre en Tucumán hace cinco meses.
Ana María Caro, titular de la Fiscalía Descentralizada de General Alvarado, quien lleva adelante la investigación, dijo que busca establecer si el cuerpo encontrado el martes junto al arroyo La Totora pertenece al bebé que desapareció junto a su madre, Milagro de los Ángeles Avellaneda. Ambos desaparecieron el 28 de octubre pasado.
La desaparición de la joven de 26 años y su hijo de un año y ocho meses conmocionaron a la comunidad tucumana. Por el hecho fue detenido Roberto Carlos Rejas, un guardiacárcel que era pareja de la joven y supuesto padre del nene, acusado de haberlos asesinado y hacer desaparecer los cuerpos.
“Esta fotografía obtenida digitalmente va a permitir una comparación con otras imágenes, entre ellas las que hemos enviado del chiquito que desapareció en Tucumán”, aseguró la fiscal, quien además agregó que “la idea es que se pueda comparar rápidamente con las fotos de ese niño, y que pueda ser publicada en medios y redes sociales para ver si alguien reconoce al chiquito hallado”.
Además, Caro aseguró que esta recreación fotográfica “no es tarea fácil porque hay que tratar de lograr la mayor exactitud posible”, y señaló que el uso de está técnica “sería inédito en el país para un caso de este tipo”.
El cuerpo mutilado, sin órganos y sin dientes, fue encontrado en la madrugada del martes por un hombre que circulaba en bicicleta por la ruta interbalnearia 11, entre Miramar y Mar del Sud.
Por el estado de descomposición y por las mutilaciones sufridas por el cuerpo, no pudo establecerse ni la identidad, ni el sexo de la víctima, así como tampoco la causa de la muerte.
Por el momento sigue firme la hipótesis de una profanación de una tumba o nicho, aunque no está claro aún si esto pudo estar relacionado con un ritual satánico, una venganza mafiosa o un caso de tráfico de órganos, algo desestimado por los especialistas.
