Julieta Bonnano pasó de ser testigo del crimen a estar involucrada. Está detenida desde el pasado jueves a la madrugada. Ahora, hay más pruebas que la complican y un extraño llamado al 911.

Los peritos de Científica de la Policía de la Ciudad  encontraron rastros de pólvora en las manos de la abogada y en las manos de la menor de las víctimas, lo que genera más hipótesis sobre cómo fueron los hechos.  Se trata de restos de plomo, antimonio y bario, componentes que se dispersan e impregnan en la mano de alguien que dispara.

Además, según las fuentes, en el domicilio se incautaron tres pantalones (dos color crema y uno blanco), un saco negro y un par de botas bordó, entre las mismas, estarían las prendas usadas por la abogada ese día.

La comunicación entre la abogada y los efectivos dura un minuto:

Los investigadores del doble crimen encontraron en la casa de la abogada detenida un manuscrito: “Naged Ramírez muerto”, el nombre de uno de los asesinados.

La detención de Julieta Estefanía Bonanno fue en la madrugada del pasado jueves. Sin embargo, ahora trascendió este hallazgo por una fuente de la investigación, quien declaró: “Se trata de un papel común, con un mensaje manuscrito que sólo dice eso: ‘Naged Ramírez muerto’. Ahora estamos analizado qué valor probatorio podría tener”.

Además, habían secuestrado nueve celulares, blísters de tarjetas SIM, tres discos rígidos, seis pendrives, tres notebooks, una tablet, dos GPS y también encontraron 4.000 dólares, 30.000 pesos, 500 pesos mexicanos, 387 reales, 50 gramos de cogollos de marihuana y siete cajas con distintos expedientes judiciales.

Bonanno se negó a declarar el pasado viernes cuando la indagó el juez federal de Campana, Adrián González Charvay, quien decidió que continúe detenida en el marco de la causa por el doble homicidio de su cliente, el mexicano Rodrigo Alexander Naged Ramírez y su hijo colombiano John Naged.